sábado, 27 de abril de 2013

EL SILENCIO DEL BOSQUE


La visita ha sido breve y casi furtiva.
Bajo un cielo plomizo pero con una sensación agradable, damos la vuelta por entre los pinos.
El bosque bullicioso las más de las veces, está silencioso hoy, un silencio que me llama la atención.
La sensación  me hace proyectar  el pensamiento, "Como los países del sur de Europa" pienso, pero de inmediato rectifico..."Mañana cuando salga el sol, volverá a estar bullicioso".

Ha sido un instante, pero la disminución de actividad que percibo en lo cotidiano, ha hecho que por un momento pensara que el bosque también sufría la fluctuación y declive de la economía.

Nada más alejado de la realidad, cada uno de los habitantes del pinar, debe estar encantado con la lluvia y su silencio es de reposo y satisfacción. Alejado el peligro del fuego y aunque no lo escuche, el espíritu del bosque ronronea como un gato satisfecho. Esta es la nueva interpretación de su silencio.

El agua ha empapado la tierra, encharcado caminos y multitud pequeñas criaturas deben aprovechar su oportunidad breve y furtiva para vivir.
El pequeño universo de las aguas se agita con las gotas que comienzan a caer e intento imaginar los pequeños seres del subsuelo, percibiendo la humedad como señal de que comiencen su ciclo. 
Me detengo un instante para hacerme una foto. Me doy cuenta de que  mi visión antropocéntrica  ha proyectado en el bosque las razones de un silencio.
El bosque y sus criaturas no sufren con las noticias de FMI. 
Son los ciclos naturales y sus leyes las que modulan las idas y venidas de los seres vivos y las nuestras también.
Olvidamos con frecuencia el verdadero sentido de nuestra vida y por eso interpretamos equivocadamente silencios como el del bosque. Tenemos como ciertos los ecos de profetas, adivinos y algún que otro economista.
Una versión patética de profecía auto-cumplida.


jueves, 18 de abril de 2013

ANTES QUE OLOCAU EXISTIERA


Olocau se muestra bello al atardecer desde nuestra posición privilegiada.
Apenas un par de horas para disfrutar del atardecer solitario y buscar las primeras flores de alcaparra  para poner en conserva.
Elegimos una excursión bella a la vez que breve, "El puntal dels Llops" en Olocau.
Ascendemos ligeros pero sin prisa, sin fatiga, mirando con el rabillo del ojo, para descubrir la ansiada taperera.
Despues de un  tiempo que se hace corto, los campos cultivados de los llanos de Lliria se muestran sobre los pinos. San Miguel de Lliria es reconocible desde nuestra posición y recuerdo su poblado Ibérico visitado no hace muchos días. Tambien se reconoce la montaña de Benaguacil y su más que probable ocupación Ibérica.
Los matojos de la Albaida, Albada, ( Botja Blanca) (Anthyllis citisoides ) nos saludan con el amarillo encendido que refuerza el sol poniente.
Mientras asciendo por el sendero bien marcado, trato de imaginar como sería el ir y venir de aquellas gentes. Como se iluminarían sus lamparas de aceite y se harían visibles en la distancia para los poblados vecinos. Como sería su afán diario, sus cultivos, sus miedos y sus alegrías. Difícil tarea para un urbaníta del siglo veinte que visita los montes con sentimiento romántico.
El camino, sobre calizas en su mayor parte, muestra en su parte alta, rocas de formación conglomerada que me llaman la atención, al tiempo que intento recordar el cortejo floral...Lentisco, esparto, romero, tomillo, viborera, palmito...
La sólida construcción se levanta ante nuestros ojos, una vez más, sin dejar de asombrarme. Una vez más me sobrecoge.
El sol se ha puesto en el horizonte y me apresuro para hacer las ultimas fotos.
La geometría del poblado con sus pequeños recintos, ocupa la totalidad de la superficie del promontorio dominando el valle hacia la costa.
A su espalda los primeros titileos de las luces de las poblaciones de Marines y Gatova, son perfectamente visibles desde el poblado.

Nosotros tenemos que descender, hemos agotado el tiempo de asueto. Nos detenemos aún unos instantes para contemplar con sosiego el paisaje, bello y cercano.
En unos instantes, la noche nos envuelve y Olocau antes visible, desaparece y solo queda un esqueleto de luces.

miércoles, 10 de abril de 2013

LA FERIA DE OFICIOS DE ALMEDIJAR

Alejado como llevo bastante tiempo de la sierra de Espadán, la feria de oficios que se celebra todos los años en Almedíjar es una buena excusa para volver a visitar la comarca.
Un fuerte viento con alguna descarga tormentosa nos puso en jaque, tanto a visitantes como a los pequeños puestos de la feria, el sábado a la hora de la comida.
El domingo fue por el contrario un día excelente.
Destaca la participación de la gente del pueblo que con sus productos hacen las delicias de los visitantes,  Panes, pasteles, miel, quesos y embutidos tienen el sabor local.
Artesanos de la localidad o venidos de fuera, muestran su habilidad con cestos, madera, pintura, encuadernación, metal, jabón...
También los niños, tienen su oportunidad: talleres de manualidades infantiles y  pequeños paseos en pony.
Los encargados de  gestionar los aparcamientos y la organización, miembros de la comisión de fiestas, no tienen un día tan divertido. Enfundados en sus chalecos amarillos, montaban guardia en el centro de la calzada para dar a conocer a los visitantes donde dejar el coche.
Son gente amable que con una sonrisa consiguen hacer más agradable la visita a la localidad y a su feria.

Una pequeña muestra de la exposición son estas fotos y el vídeo que siguen. Podemos ver "La botija de engaño" y " El botijo de aro" típicos de Segorbe.
Madera y piedra labrada, herramientas del corcho y cuchilleria de forja.



Un lugar apacible para disfrutar de un día soleado, contemplar habilidades olvidadas y disfrutar de algunos productos alimenticios de buena calidad.
Lo hemos pasado bien como hace dos años, cuando conocimos la feria por primera vez. Algo distinto para desintoxicarse del todo a 100, del plástico y de las prisas.

lunes, 8 de abril de 2013

UN PASEO AL MEDIODIA


La senda que bordea el Turia por Chulilla ofrece una corta pero bella excursión, así que aprovechamos las horas del mediodía para transitar por el camino que pasando por "Los calderones" y el nuevo puente colgante sobre el río se dirige al pantano de Loriguilla.
El trayecto, bastante aéreo en algunos tramos, permite panorámicas sobre el cañón fluvial.
No disponemos de mucho tiempo, así que caminamos con pocas paradas, en las que aprovecho para tomar algunas fotos y un poco de vídeo.
La ruta está muy concurrida a estas horas por caminantes que regresan a Chulilla.
Una delicia de sendero en la que encontramos cantidad de lirios azules.
El flamante puente colgante, no es como los que Carlos Soria debe encontrar en su aproximación al kanchenjunga, (En el nuestro, la construcción es de primera y además no hace falta ir tan lejos para sentir el balanceo de sus cables.)
Cables que con sus fijaciones inoxidables ofrecen una solida garantía que espero permita por años disfrutar de esta senda sobre el emblemático río Valenciano.
Antes de regresar, como casi siempre, me encuentro una grata sorpresa, la de una escaladora, bailando su danza con la vertical pared. 
La filmo unos segundos y la incluyo en este pequeño vídeo de la excursión.




domingo, 7 de abril de 2013

AL FINAL DEL MUNDO

COLABORACIÓN DE AMPARO

Allá lejos al final del mundo, hay un sitio,
a donde van a parar todas las cosas perdidas, 
los recuerdos olvidados,
los sueños rotos...

Es un consuelo agridulce,
saber que están allí
y que cuando nosotros,
al fin vayamos,
volveremos a encontrarlas.