EL ANETO DESDE EL COMIENZO DEL VALLE DE AIGUALLUTS |
Al menos eso es lo que yo sentí cuando me acerque por primera vez en 1973.
Acostumbro a decir que en las montañas proyectamos nuestras pasiones y miedos. Ahora que el senderismo se ha hecho popular, demasiadas veces la proyección que hacemos consiste en convertir el entorno en exclusivo objeto para satisfacer nuestros deseos.
Si como hasta ahora, año tras año, tengo la suerte de regresar a este mundo en el que cambian rapidamente las cortas estaciones amables, tanto a distinta altura como sucediendose en el tiempo, para dejar paso al larguisimo invierno que se avecina, podré entonces dirigir la mirada al suelo, observando como nacen las hayas y salpican de color las pequeñas flores el verde manto de los bosques y los pastos.
En ese momento, inevitablemente quieres "desasnarte" y conocer los misterios del mundo vegetal. Solo para eso necesitaría otra vida, pero como los niños adoro los balbuceos del conocimiento y así poder nombrar el descubrimiento recien hecho para poder repetir las nuevas y bellas sensaciones que me produjo contemplar estos diminutos pimpollos.
No digamos cuando al lado de la senda, la flor adorna la imagen de una pequeña marmota que vigila a su madre distante sin saber que hacer y arriba en un cielo que amenaza lluvia, los buitres se congregan para consumir la carroña de indescifrable origen.
Benasque y su entorno es mucho más que todo eso, por supuesto.
Benasque hoy es un municipio bullicioso repleto de actividad y de personas que se ocupan del futuro con proyectos como el tunel de Benasque-Luchón, para intentar mejorar la inmemorial relación histórica con su población vecina.
Es este "quinto elemento", la Historia, la que nos permite encajar las partes dispersas de un todo denominado Benasque, Anciles y Cerler, y que Antonio Merino Mora ha escrito magistralmente añadiendo narración de historia reciente al texto que se ha editado.
Un tomo de 557 paginas, repleto de documentación que podemos disfrutar cuando nos queramos acercar "un mucho" a la integridad de aquello que nombramos Benasque, Anciles y Cerler, en el pirineo aragones. Puedes encontrarlo en Barrabes cuando vayas a disfrutar de las ascensiones, paseos o caminatas previstas en tus vacaciones.
Entonces paseando por sus calles reconoceremos sus paginas de tiempo esculpidas en la piedra.
ANTONIO MERINO MORA , AUTOR DEL LIBRO A LA IZQUIERDA DE LA IMAGEN. |
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