miércoles, 21 de agosto de 2013

AGOSTO


No quiero que termine agosto sin dar señales de vida. El calor ha contribuido al silencio, pero no solo.
Leo los Blogs preferidos, aquellos a los que ya considero mis amigos, por su compañía y por su ejemplo.
Algunos se toman vacaciones y tienen el gusto de decirlo. Yo en cambio tengo que pedir disculpas por el silencio. No costaba nada decir que por alguna razón desconocida estaría apagado.
Lo cierto es que he estado introvertido ( Más de la cuenta ) y no han existido los paseos por el bosque siempre fuente de sorpresas.
Aquí como en la radio se pueden adoptar dos actitudes: Participar o estar a la escucha. Mi postura ha sido de lectura sosegada pero no pasiva.
Durante este tiempo y al repasar los escritos blogueros me he sentido agradecido de formar parte de esta conjunto de personas que vuelcan sus reflexiones en los medios, empleando una considerable parte de su tiempo, ya sea leyendo o escribiendo.
Me siento vinculado con esta comunidad de escritores vocacionales y de lectores anónimos.
He aprendido mucho de todos ellos y al mismo tiempo me he empequeñecido a su lado, pero sobre todo me he sentido animado a seguir escribiendo de una manera tranquila y sencilla.
No solo ha sido la canícula que ha provocado mi pausa, pero inexperto no he tenido la previsión de anunciarlo. (Yo mismo lo ignoraba).
También la lectura en parte ha ocasionado el parón. Para escribir se necesita leer.
Los Acontecimientos del mundo árabe me han pillado ignorante y he intentado descifrar a mi manera el ruido de los acontecimientos.
Para ello me ha venido bien la lectura del libro de Eugene Rogan "LOS ÁRABES" de editorial Crítica.
Este libro que engloba la historia desde el imperio otomano hasta casi  la actualidad (Incluye los momentos previos a los acontecimientos de Libia y Egipto ) , Se ha convertido en mi guía para intentar comprender la compleja maraña de que las noticias nos traen a diario desde el cada vez más próximo oriente.
En estas tareas de descifrar si son molinos o gigantes me he sumergido este verano mientras espero que unas temperaturas menos rigurosas me permitan caminar con agrado y volcar con ilusión en este blog el sentimiento entrelazado con el paisaje y las personas.