lunes, 13 de junio de 2016

IBERFESTA 2016

Desde la ventana de la casa de la Senyoria. Vista parcial de la torre de Pardines y los farallones de la Calderona en la zona de Olocau.

Cada vez más las personas nos admiramos del pasado remoto y hacerlo con mirada festiva es una buena idea.
Pueblos que recrean batallas napoleónicas, grandes festivales romanos, moros y cristianos y aquí en Olocau con su yacimiento del “Puntal dels Llops” la mirada es Ibérica.

Conjunto de figurantes de la representación.

Los “Habitantes del río” como según parece los antiguos colonos griegos o fenicios les llamaron, dejaron su huella en lo que ahora son tierras Valencianas.
En esta su cuarta edición y en colaboración estrecha con el museo de prehistoria de Valencia, la recreación de los esponsales del guerrero NAUIBA, ha convocado al pueblo de Olocau a su fiesta y a entusiasmados seguidores como Amparo y el escribiente de este blog.
Amparo con el Guerrero Ibérico

Sea o no Ibérico lo que pronunciaban los figurantes de la boda, añadía un punto de interés al buen desarrollo de la fiesta.
La recreación de la vestimenta, los manjares del convite, las flores y hojas silvestres de temporada que acompañaban al desfile desde la casa de la senyoria hasta la plaza de la localidad, era una muestra más de la minuciosidad con la que esta fiesta joven, del pueblo de Olocau, insiste año tras año en conmemorar y así poner en valor el patrimonio histórico que representa el yacimiento ibérico.

Muestra de Artesanía

Los tenderetes que a lo largo de toda la calle principal se extienden con diversidad de propuestas artesanas también ofrecen oportunidad a los visitantes de llevarse para su casa un recuerdo hasta la siguiente edición de la IBERFESTA.

La mesa del convite
El esfuerzo divulgador del museo de prehistoria de Valencia es hacer ciencia, porque todos volvemos a casa conociendo un poco más de aquellas culturas primeras que habitaron donde ahora nosotros residimos. Contemplando la sierra Calderona que tanto amamos los valencianos, aquellos habitantes, desde su atalaya divisaban Edeta y guardaban una de las entradas al Valle del Palancia.

Comienza el desfile del desposorio.

Observarían seguramente con perplejidad aquellas tropas romanas que les harían cambiar su visión del mundo de una manera irreversible y durante siglos.
Olocau junto con otros yacimientos Ibéricos forman un conjunto histórico cultural muy particular de las tierras valencianas que no debería perderse ningún visitante de este país.


“La ruta dels ibers” es una propuesta cultural que acompaña magníficamente a la gastronomía y a las playas y también para los que quieran practicar senderismo una bonita manera de caminar por los antiguos enclaves de aquellos primeros pobladores del IBER.
Y solo por ver la cara de satisfacción de Amparo cuando lleva mi cabeza cortada, colgando de los pelos, vale la pena. Prueben con sus señoras en esta foto tan arquetípica que se ofrece como escenario gratuito entre las otras propuestas menos violentas. 



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