sábado, 11 de febrero de 2012

VIRTUDES TEOLOGALES DEPORTIVAS

Es la confianza ciega, casi "la Fe", lo que me mueve a estar enamorado de las actividades deportivas en general. No puede ser otra cosa ya que los resultados están fuera de toda evidencia.

Es precisamente la falta de resultados lo que convoca a "la Esperanza", esa otra virtud con la que contamos todos aquellos que tocados por el don de la Fe entrenamos con perseverancia y abnegación.




Sin embargo es "la Caridad" la que más bien nos hace y la que lamentablemente solo está en posesión de unos pocos.
Aquellos que con una ligera sonrisa  y disfrutando del bocadillo de tortilla de patata con ajoaceite,  regado con vino de rioja o una buena cerveza de barril nos siguen con la mirada cuando cruzamos los bares en donde la gente tranquila disfruta su almuerzo.

"La Caridad" ha calado en estas buenas gentes que nos ven profesar el rito del trote en  circunstancias de frío, calor o incluso lluvia.

No puede ser de otro modo, si no tuviesen caridad...se morirían de risa.





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