Uno recuerda marzo y las excursiones por La Calderona como un sueño que tardará meses en volver.
Así las cosas hay que renovar los sueños.
La canícula se prolonga en nuestra comunidad y hay que buscar nuevos horizontes además de entrenar a la amanecer o con el crepúsculo.
Hasta los cactos florecen en marzo y luego se quedan como erizos al sol, secos y asperos.
Por eso y porque apetece, el "Mare Nostrum" nos acogerá de nuevo.
Hay que recordar la frase de que pone Plutarco en los labios de Pompeyo:
"Navigare necesse est..."
La música y letra de QUIMI PORTET me acompañara en mis entrenamientos como lo hacen frecuentemente los Creedence.
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