domingo, 3 de junio de 2012

REBALSADORES DESDE PORTACOELI

En febrero la tarde es larga como para aprovecharla en una excursión que nos lleva desde el monasterio de PortaCoeli a Rebalsadores.

Entre naranjos cuyos frutos permanecen en el árbol y no parece que vayan a ser recogidos, alcanzamos una pista forestal.

Durante un tiempo caminamos amablemente sin demasiado esfuerzo.

Nos desviamos por un sendero que asciende por un barranco en sombra y poco a poco la pendiente se va haciendo más pronunciada.
Solo al final cuando la pendiente del propio monte de rebalsadores hace que nuestros pasos sean más lentos y la conversación más pausada, de nuevo el sol, en franca retirada sobre el oeste lejano nos vuelve a calentar la piel.



En el mirador, apenas unos minutos, agua, fruta y una galleta de chocolate.

Poco tiempo para admirar el paisaje en la penumbra del crepúsculo.


Descendemos por sendas, caminos y torrenteras.

Ya es de noche cuando llegamos al vehículo que habíamos estacionado en el monasterio.

Un paseo en la tarde de febrero. Cosas sencillas...paisaje y satisfacción.

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