Ayer conseguí terminar la carrera ( para mi en marcha atlética ) que el año pasado marqué como referencia de mi desastrosa forma física.
A pesar de realizarse casi a las 21 hora, la combinación de calor y humedad acabaron por darle un susto a más de un participante.
Mi recorrido unas veces trotando y otras caminado se repartió en un 50%.
Los últimos dos kilómetros los hice con Begoña una participante novel que iba entusiasmada pero algo pasada. La cháchara fue la estrategia para mitigar el ultimo tramo del recorrido.
Animado, el balance desde el año pasado positivo, perdida de peso, recorrido tranquilo, sueño apacible y 10 minutos menos que el año anterior.
Un nuevo reto para el próximo año en que tendré un año más.
Sin embargo una buena nueva ligada a la practica deportiva me anima a seguir, Francisco Mora publica en su blog la única (según me parece) terapia efectiva para el Alzheimer, el deporte aeróbico.
http://www.huffingtonpost.es/francisco-mora/ante-un-alzheimer-incipie_b_1707756.html?utm_hp_ref=es-ciencia-y-tecnologia
Merece la pena y no saquea las arcas del estado, ni los bolsillos de los particulares.
Defendámonos del síndrome metabólico.
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