El temporal ha dejado una buen capa de nieve por encima del puerto del Ragudo.
Hoy sábado, un día soleado con temperaturas agradables ha motivado el éxodo de los Valencianos a la meseta.
Incontables muñecos de nieve se han levantado, en medio de la algarabía de multitud de niños que con sus padres han colonizado los aledaños de las áreas de descanso, carreteras vecinales y de los pueblos de Barracas y el Toro.
Nosotros también queríamos disfrutar de un día tan especial en estas latitudes y nos hemos acercado para levantar nuestro pequeño muñeco de nieve, mientras comíamos un bocadillo.Numerosos artefactos, desde plásticos a trineos, servían de deslizadores en las poco pronunciadas pendientes de los alrededores.
Un solitario y aburrido caballo contemplaba la escena y posaba para mis fotos.
Cuando me acerco, me observa, sin comprender seguramente el motivo por el cual me esfuerzo en llegar hasta el, a pesar de la nieve que me llega hasta la rodilla.
Dentro de pocas horas, cuando el sol se oculte, este paisaje ahora tibio e idílico, se convertirá en aliado del frío y de la noche.
Solo unas pocas casas ofrecerán un cálido refugio a los viajeros, turistas o curiosos como yo.
Es posible que alguien entre bebidas calientes disponga su trípode y su cámara, aprovechando la brillante luz de la luna, para obtener unas bellas exposiciones nocturnas...pero no seré yo. Esta vez no podrá ser. En otra ocasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario está pendiente de moderación.