martes, 10 de diciembre de 2013

EL SATÉLITE DE ROSTRO IMPERTURBABLE

Lo que más me gusta de los conocimientos a nivel de aficionado, es la gran cantidad de información que la ciencia te procura cotidianamente. Al tiempo lo que más me desespera es lo rápido que se esfuman los conocimientos precisos que te explican los expertos. Queda la música de fondo.
Aún así, me merece la pena.
Ayer la clase versaba sobre el impacto de meteoritos en la tierra y sus consecuencias. La proximidad de la luna permite que reconozcamos a través del telescopio las cicatrices de estos impactos: " Los cráteres"
Con ayuda de un mapa del satélite podemos identificar cráteres antiguos (4500 millones de años) y cráteres modernos (4200 millones de años)...eso fue ayer.
Ilustrados, acercamos el ojo y la cámara al telescopio y el brillante satélite nos muestra su relieve de un modo nuevo.
Hay numerosos cráteres en la luna, pero siempre nos muestra el mismo rostro imperturbable.
Una gran cantidad de meteoros se mantienen en órbitas sobre nuestras cabezas y caen por millares a diario en la tierra ( afortunadamente muy pequeños).
Los grandes, aquellos que tienen más de 100 metros y pueden tener varios kilómetros de diámetro, están todos vigilados. ¿Todos?. Bueno de vez en cuando se descubre alguno nuevo y se establece su órbita, incorporándose al catalogo.
Venus, mucho más distante, no me permite fotografiarlo con tanta claridad. Sin embargo aunque en la foto no se muestre, el ojo distingue la imagen de cuarto (creciente/menguante) similar a la luna.
Es una suerte tener profesionales que vigilan y catalogan los cielos y nos explican cosas tan preciosas como la extinción de los dinosaurios por el impacto de un meteorito, cuyas cicatrices se encontraron en el golfo de Méjico encima de Yucatán. Chicxulub

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