Pero por eso, por no escribir, me he buscado una bonita calabaza.
Y es que como decian cuando era adolescente, no se puede estar en misa y repicar campanas.
O servir a Dios o al Diablo, para eso hace falta practica y mucha jeta como algunos personajes publicos.
Así que me ha venido justo para cumplir con lo cotidiano y no bajarme del burro de las zapatillas y el trote.
Hoy por ejemplo, aún tengo los deberes por hacer y ya no me queda mucho tiempo.
Como la caligrafia la llevaba retrasada he optado por hacer la redacción y luego las vueltas al patio.
¿que como van las vueltas?
Bueno pues como los tiempos...(adjetivo interactivo del lector)
Treinta y seis minutos de trote cochinero y bajando veintisiete latidos al minuto de recuperación.
Eso si, sin noticias de desmotivación.
El que no está contento...
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